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miércoles, 9 de septiembre de 2015

Un viaje sin internet

Aquellos viajes en los que no tenías internet y lo que había a tu alrededor se apreciaba porque para eso decidías viajar, sin tener conexión y una nueva aventura te esperaba.

Quizás los niños de hoy crean que esto paso en la conquista y es de la prehistoria. Sin duda no paso hace mucho, puede que se sienta así, pero es que la era global corre años luz en nuestros días y casi ni se siente a la tecnología a la que estamos inmersos. Las personas actualmente solemos tener una fuerte crisis de muerte si el celular se nos apaga o no logramos tener conexión a internet en unos días, es prácticamente como no existir; y es que nos hemos acostumbrado tanto que los equipos de hoy rigen nuestro día a día, las miles de aplicaciones descargadas, los amigos virtuales que son mucho más que los reales. Incluso parece que los viajes se disfrutan más mirándolos en una pantalla chiquita que teniendo un panorama en 180° al rededor, es mucho más interesante estar tecleando una pantalla que escuchar al guía o las personas que están a nuestro lado. Pero ¿cómo es que eran los viajes de hace poco? ... ¿Por qué a las se emocionaban mucho más?.

Estos son algunos de los elementos con los que se viajaba y los recuerdos que traían consigo.



Enviar postales con la fotografía o el dibujo del lugar, era lo primordial para compartirlo con tus amigos o familia si viajaste solo. El escrito a puño y letra que a veces solo alcanzaba para el saludo o para unas líneas más, tal vez se tardaba horas en llegar al destino, pero llegaba. Hoy envías el selfi de dónde estás por whatsapp gratis y llega en cuestión de segundos.



Si tenías que comunicarte con tu familia o dejaste algún novio/a, buscabas locutorios o una cabina de teléfono en alguna calle, metías moneda tras moneda mientras el teléfono te gritaba que el saldo se acababa. Que hacemos ahora, solo necesitas Skype y la llamada es gratis incluye el hecho de verse la cara, así la distancia no es tan grande.

Por otro lado si tenías que hacer la espera en los aeropuertos o estaciones, llevabas un libro para que por lo menos te entretengas enterándote del lugar o alguna obra loca, que te ayudará a pasar el momento. Ahora lo primero que haces es entrar a la sala de espera pedir el wi-fi para actualizar los mensajes del Facebook y el wahatsapp y por supuesto un tomacorriente cercano para la batería del teléfono, de lo contrario como sería la trayectoria si este se apaga.


Aún tengo el recuerdo de mi abuela llevando sus rollos fotográficos y la cámara infaltable en sus viajes. Claro, como viajar sin algo que te guarde el registro de que estuviste ahí, de los sitios hermosos que recorriste. Tenías que lograr las fotos, los mejores ángulos y las situaciones importantes, el rollo no traía mucha capacidad. Y hoy? … solo la aplicación, sacas fotos a todo lo que puedes, si salió mal solo borras, la foto ya está al instante y si no te gusta como sales, los efectos son el mejor milagro que se inventó, lo pones y la foto es una maravilla. Terminado el viaje llegabas a casa a revelar las fotos, las colocabas en un álbum dentro de los otros tantos y algún día las volverías a ver. Ahora al instante las subiste todas a Facebook, para que todos las puedan ver o las llevas en tu Iphone para mostrarlas con cualquier excusa en una reunión, así a los demás les importe un pepino en dónde estuviste y como la pasaste.

Si necesitabas tener referencias de alojamiento de dónde irías, una agencia de reserva de viajes era la solución, el encargado tenía que marketear el lugar como el mejor, así él no lo conociera, pero es que era su trabajo, unas cuantas fotos del lugar y conseguías la reserva. Hoy en día googleas, verificas toda la comodidad del lugar (fotos, servicios, vistas, personal) y la reserva es online, tú no tienes que mover más que los dedos par haber hecho la reserva dentro de las miles de propuestas que google te ofrece, simple, solo eliges el lugar.


Cuando estabas en el lugar sin conocer, tenías la obligación de preguntar a alguna persona de ahí mismo acerca de a dónde necesitabas ir, esta te daba ciertas referencias aparte de una charla de recomendación de dónde tenías que ir sí o sí, para poder decir que de verdad estuviste allí. O quizá tenías que comprar un mapa referente a la ciudad para ubicarte, llegabas a guardarlo, de lo contrario no tendrías idea de dónde estabas. Pero claro hoy el celular nos “ha facilitado la vida”, simple colocas en el GPS el nombre del lugar o preguntas por la posición en la que te encuentras y ¡ta tan! estás en el lugar, con quién interactuaste con nadie, solo una máquina que te da más de 500 referencias acerca de a dónde puedes ir y una guía de tu ubicación.

Finalmente pues de eso se tratan los viajes, de disfrutar de conocer e interactuar … Y sí que lo hacemos, ya sea en un atardecer o un paisaje, en silencio, con el momento perfecto, y ahí está otra vez, feisbukearlo, tuitearlo, guasapearlo, siguiente paso responder todos los comentarios, en cuestión de minutos volteas y el momento se ha terminado. Qué paso? Te lo perdiste!


Como nos lo dice Paco Nadal: “Nuevos tiempos, nuevas formas”.

!Bendito sea Internet¡

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